¿Qué implica leer en clases de Ciencias?

No podemos olvidar que si se lee ciencia comprendiendo, se aprende ciencia y se está preparando al alumnado para continuar aprendiéndola toda la vida. Èsta es la idea principal del artículo «¿Qué implica leer en clase de Ciencias?» de Anna Marbà, Conxita Màrquez y Neus Sanmartì de la Universidad Autónoma de Barcelona y que se ha publicado en el nùmero 59 de la revista ALAMBIQUE.
En este interesante artículo las autoras proponen, al menos, tres actividades distintas para el aula:


Actividad 1: diferenciar niveles de lectura
Plantear preguntas relacionadas con los cuatro niveles de comprensión lectora.
Supongamos que proponemos un texto sobre jabones y detergentes de un libro de texto de 1º de ESO
- La lectura literal es aquella que ayuda a localizar información en el texto. Las respuestas están en el mismo texto.
- La lectura inferencial tiene como objetivo ayudar al alumnado a entender el significado que hay detrás de lo que está literalmente escrito. Las preguntas no tienen su respuesta en el texto e invitan a la reflexión y uso de conocimientos.
- La lectura evaluativa tiene como objetivo juzgar las evidencias y las influencias externas así como regular todo el proceso lector. Exigen una lectura crítica, es decir, que se cuestione tanto la información como el propio proceso lector. Por ejemplo: «¿qué has hecho cuando no has entendido algo?»
- La lectura creativa tiene la finalidad de promover que los alumnos utilicen el nuevo conocimiento para aplicarlo a otras situaciones. «Olga está enfadada porque a Javier se le ha olvidado comprar el detergente y hay que lavar los platos. Javier le dice que los va a meter en agua muy caliente para lavarlos, ya que la grasa con el agua caliente se quita. Con lo que has aprendido al leer el texto escribe cómo les justificarías que los dos tienen parte de razón»

Actividad 2: lectura cooperativa
Se plantean cuatro preguntas que el alumnado debe contestar una vez leído el texto:
- ¿Cuál es la idea principal?
- ¿Qué preguntas te sugiere el texto?
- ¿Qué respuestas ofrece el texto a los problemas que plantea?
- ¿Qué preguntas te sugiere pero no contesta el texto?

Son preguntas pertenecientes a niveles de complejidad creciente.
El significado del texto se construye a partir de la cooperación entre los cuatro alumnos integrantes de cada grupo. Cada uno lee el texto y responde a una de las preguntas (las más sencillas se pueden otorgar al alumnado con más dificultades). Todos los alumnos que tienen la misma tarea se reúnen en un grupo de «expertos», comparan sus respuestas y consensúan la que consideran más apropiada. Después cada uno vuelve a su grupo original y expone sus ideas, justificándolas. Cada grupo ha de encontrar la coherencia entre las distintas lecturas y resolver las discrepancias teniendo en cuenta el objetivo común relacionado con la comprensión del texto.

Actividad 3: lectura crítica
Sirve para ayudar al alumnado a aplicar el pensamiento crítico a la lectura de textos de ciencias. El acrónimo, llamado CRITIC, tiene asignada una tarea para cada letra:
C- Consigna: ¿Cuál es la idea principal del texto?
R- Rol del autor/a: ¿Quién es el autor/a? ¿Qué intereses ha tenido para escribir este texto?
I- Ideas: ¿Qué ideas o creencias hay detrás de la idea principal?
T- test: ¿Qué pruebas se podrían obtener para comprobar la afirmación principal?
I- Información: ¿Qué datos, hechos o informaciones aporta el autor/a para apoyar la idea principal? ¿Son coherentes?
C- Conclusión: ¿Crees que la información que se presenta es coherente con el conocimiento científico que posees?

Esta última estrategia es muy útil en la lectura de anuncios de revistas y periódicos, pero también se puede aplicar a otros formatos como la lectura de películas. En general, es muy difícil para el alumnado y requiere un trabajo continuo y persistente a lo largo de los distintos cursos.

Por último, no hay que olvidar que muchos de los objetivos de la escuela se alcanzan a largo plazo. Entre ellos están los relacionados con el desarrollo en el alumnado de la capacidad de pensar sobre lo que lee, en para qué sirve, en por qué se lo cree, en qué explica… Se trata de que sea consciente de lo que hay «detrás de las líneas». En consecuencia, es fundamental que los que enseñamos no renunciemos ante las dificultades y, muy especialmente, ante el hecho de que los resultados no se aprecien a corto plazo ¡Animo!

El artículo completo lo podéis encontrar aquí
Más información sobre el tema: Leer en clases de Ciencias
Ejemplo de actividad de lectura crítica propuesta por Neus Sanmartí y Begoña Oliveras: Grafitis a prueba de bomba