En la revista Muface nº 210 hay un artículo muy interesante titulado: El nuevo profesor. La formación docente se adapta al Espacio Europeo de Educación Superior. En el mismo se apuntan ideas sobre la inminente (en algunos casos ya es una realidad) convergencia universitaria con Europa, confluencia que responde a las recomendaciones de la Declaración de Bolonia, para alcanzar la movilidad sin fronteras de alumnos, docentes e investigadores universitarios, además de la convalidación real de las titulaciones a partir de 2010.
Se avanzan algunas de las características que deberán definir el perfil profesional de los docentes en los próximos años en respuesta a las demandas del sistema educativo: aprendizaje permanente, trabajo en equipo, empatía, capacidad para transformar saberes en enseñanzas, vocación, compromiso... ¿No os recuerda este listado al referencial de Perrenoud?.
Las nuevas carreras para obtener la titulación de profesor de Secundaria exigirán un máster con directrices específicas a los titulados de diferentes carreras que quieran impartir docencia a partir de la ESO. De un año de duración- unos 60 créditos-, el máster sustituye al CAP, y quienes lo cursen deberán acreditar un nivel intermedio de idioma extranjero. Sus enseñanzas, presenciales en un 80%, están dirigidas a conocer los contenidos curriculares de las materias relativas a la especialización docente.
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